sábado, 5 de enero de 2008

GRACIAS A DIOS, LITERAL



Esta mañana me he levantado tranquilo, con un poquitín de prisa porque tenía que hacer unas cosas e ir al banco a realizar un ingreso, y odio las prisas y tener que hacer las cosas corriendo. Me he levantado bien de hora, pero me gusta hacer las cosas con tranquilidad. El caso es que he hecho las gestiones en el banco, y luego me fui a una joyería a recoger un reloj que me encanta que había dejado a reparar, pues había perdido hermetismo, y a recoger también una correa que había encargado de la misma firma. Estuve mirando otros relojes, es que me encantan, tengo 10... Pero antes de entrar a mi joyería, ya la había visto en otra... Y al salir de la mía... Entré a preguntar por ella. Estaba en una joyería que venden desde cosas nuevas a antiguas, y allí, puesta (la llevaba buscando hace mucho tiempo), estaba como os digo... una cruz de marfil redonda, de unos 6-7 milímetros de diámetro, unos 4 centíemtros de alto, en el centro con dos hilos de oro cruzados, y el tope de arriba para colgar de oro también. Antes de entrar en mi joyería, estuve tentado de entrar a preguntar en esa, pero no lo hice, pues pensé que sería muy cara, y lo dejé pasar. Entré en mi joyería, hice mis gestiones y salí. Pero volví a pasar por "esa tienda"... Y yo, pensé, como siempre digo: El no ya le tengo". No pude resistirme y entré a preguntar por la cruz. Cual fué mi sorpresa, esperaba que me dijeran un precio muy alto, se la veía muy buena, era preciosa, pero preciosa y buena como os digo, cuando el precio que me dijeron era muy bajo para lo que era y parecía. No lo pensé mucho, me había entrado un poco de dinero que no contaba con el (lo cual fue una alegría), y al minuto les dije que me la quedaba. Lo único malo era la cadena, no tenía, pero con una de silicona negra y el broche en plata dorada, muy sencilla, quedaba admirable. Le pedí descuento, y no tuve ni que regatear, me lo hizo al momento. Estaba visto que estaba hecha para mí. Quería desde hace años llevar una cruz, pero que no me recordara a una que llevaba hace tiempo, cuando estuve bastante pero bastante enfermo, no queria ni quiero que me recuerde a esa época, no quiero recordar ni el más mínimo atisbo de ella, lo pasé muy mal, pero muy mal. La que llevaba entonces era de oro, preciosa también, me la regaló con 18 años una novia que tuve, y era de las más, sino la más bonita que he visto, pero por circunstancias, la perdí. Pero bueno, eso, no quería que me trajera malos recuerdos, por eso no la he comprado antes, pues las de plata que encontraba no me convencián nada, pero nada, y las de oro... pues lo que acabo de deciros. Entonces como dije antes, parecía que estaba en el escaparate allí, para mí, esperándome.
Pero bueno, por qué la compré? Por dos razones, hay que ser sinceros. Yo creo mucho pero mucho en Dios pero nada en la Iglesia. Y a Dios, todo, pero absolutamente todo lo que le he pedido, sobre todo estos últimos años, me lo ha concedido, y me lo sigue concediendo. Y por desgracia o por suerte, lo que me queda por conceder. Quiero llevar en el pecho, al lado de mi corazón, una cruz que me acompañe todos los días, paso a paso que dé. Que vaya conmigo y sea parte de mí, como lo es El. La otra razón, para que vamos a negarlo, hay que ser sinceros como os digo, sobre todo con uno mismo, es porque la cruz sino es impresionante, sí es muy, pero muy bonita, preciosa, como os comento. Y quería también desde hace tiempo llevar un adorno en el cuello, un colgante, pero no uno vulgar y corriente aunque la marca fuera buena, Breil, Armani o la que sea, ya tuve uno y lo regalé, quería algo especial. Muchas veces me acordaba de una cruz, pero las que yo pensaba que me gustaban, las descartaba por el posible precio.
Sería un maldito desagradecido, sino le diera a Dios las gracias, no tan solo y por lo más importante, que ha sido ayudarme, concediéndome todo, pero abolutamente todo cuanto le he pedido y pido como os acabo de comentar, sino, hasta en esta "pequeña" nimiedad, que ha sido, el dejarme poder comprar la cruz que tanto deseaba desde hace tiempo. Por esto, y por mil cosas más que seguro que ahora no recuerdo (los humanos somos así de desagradecidos), le mando ésto desde aquí, dedicado especialmete para El, con todo mi amor y cariño. Es lo siguiente:
Sé que con sólo mirarme
me vas a liberar
aunque yo me halle cerrado
como un puño
siempre abres pétalo a pétalo
mi ser
como la primavera
abre con un toque discreto y misterioso
su primera rosa.
Ignoro tu destreza para cerrar y abrir
pero cierto que algo me dice
que la voz de tus ojos
es más profunda
que todas las rosas
nada ni nadie
ni siquiera la lluvia
tiene manos tan pequeñas
Con este pequeño poema, quiero agradecerle a Dios todo lo que ha hecho, hace, y estoy seguro que hará, pues nunca, nunca, me ha fallado.
Un beso desde aqui con todo mi cariño y amor, para El.
Gracias Dios mío, por estar ahí siempre, contigo a mi lado, y caminando eternamente juntos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me alegro mucho de haber leido lo que has escrito. No todo van a ser cosas de ligues o del día a día normales. Esto dice mucho de tí. Y Dios te lo agradecerá, ya verás. El no solo escucha, también lee, recuerda.

Un beso grande, de tu amigo,

Max