Hace un frío de cojones y no ponen la calefacción. Eso ya lo sabía yo. En ninguna casa que arriende un sudamericano la ponen. Menudos ratas son. En mi excasa sí se ponía, era la excepción que confirma la regla. Eso sí, había que pagar un precio muy caro, demasiado. Pero que os voy a contar a vosotros que no sepáis. Es historia antigua.
Hoy he entrado aquí para darme un paseo y estar calentito. Así de paso mato el tiempo. A ver si cojo luego a la casera y le digo que ponga la calefacción. Todo tiene su punto bueno. Se va muy pronto y no vuelve hasta las 8'30 ó 09 p.m. Así los siete días de la semana. No libra. Consecuencia: paz y tranquilidad. El otro tío no molesta, al menos hasta ahora, aunque no me fío de él. Bueno, ni de ella. El tiempo lo dirá, es pronto.
Y del tío de la foto que me decís ¿eh? Vaya morenazo. Cómo para mojar pan está.
Bueno, miraré un rato fotos de tíos buenos en bolas y luego me marcharé. Para vosotros mis mejores deseos y un beso muy fuerte. Hasta la próxima. Ciao.
1 comentario:
Que me vas a decir a mí de los sudamericanos. Ratas con la calefacción es poco. Bueno, no te ha pillado de improviso.
Un beso, y tranquilo, que pronto llega el veranito. Ya queda poco. Hasta otra.
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