Este es el tío del que os hablaba, el de Dolce & Gabbana. Clickar y verla ampliada, porque reducida no le hace justicia ni de coña. ¿Tenía razón o tenía razón? Tremendos los dos es poco. Y ya veréis al de Calvin Klein, macizo es poco también.
Por cierto, os habréis preguntado sobre mi vida sexual, que antes la comentaba bastante. Pues nada, bajón de la líbido que tengo. Antes me fulminaba un tío cada tres días, y ahora me zumbo a uno cada quince, que se le va a hacer. No merece la pena comentarlos. Son los polvos de un día, nada más. Ligas, en dos o tres horas tienes a un tío en tu casa o yo en la suya, yo desde que estoy en esta casa a la suya, charlas, polvo, sigues charlando, y adiós muy buenas. Si te he visto no me acuerdo. Eso es todo resumiendo. No merece la pena dar más detalles. En fin, que se le va a hacer. Me encantaría tener una pareja, pero eso surge, ya veremos cuando. Seréis los primeros en saberlo.
Bueno, una vez vistos los dos tíos, el de Armani y este, me voy a por el de Calvin Klein, merece la pena, sólo tenéis que mover el cursor, el resto ya lo hago yo.
Tardaré más o menos lo mismo. Más besos.
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