
Esta entrada, aunque igual mi exmujer y mi hija no lo crean, va con dolor y con todo el cariño que les puedo dar, que es mucho. No sé cómo reaccionarán, pero aparte de mi padre que está en el cielo, son las dos personas que más quiero.
En el fondo, y por lo que estoy más y totalmenete hundido, es por la falta casi absoluta de cariño de mi hija, aparte de su total indiferencia y pasotismo hacia mí. Y no lo entiendo, porque haya pasado lo que haya pasado, que además no es cómo ella cree, lo puedo jurar, no es para esto.
Desde Octubre del 2008 hace que no la veo, tan sólo tres o cuatro llamadas creo desde entonces, y unos pocos, poquísimos mensajes.
Pasados uno, dos, tres, o cuatro días después del día de Navidad del 2008, por un comentario que puse en el blog, que era para pasar, o cómo mucho para cabrearse, cómo pensé y conociéndola, o cómo creía conocerla, pues me equivoqué totalmente, me mandó furiosa a la mierda, cómo si la hubiera insultado y vilipendiado públicamente sin razón alguna, con premeditación y alevosía. Creo que tuvo que ver su madre en esta reacción, pues no fué ni medio normal. Desde entonces, la cosa fué en declive total. Dejó de hablarme casi en su totalidad. No me cogía el teléfono ni nada, sólo dos o tres veces cómo mucho. Pasó casi un año, hasta Noviembre del 2009, y no ocurrió nada malo, nada de nada. Hasta parecía que la cosa mejoraba, pues íbamos a quedar para vernos. Pero cual fué mi sorpresa, que sin que pasara nada de nada, cómo os he dicho, pasó de quedar. Eso fué en Diciembre del 2009, que la llamé, y no cogió, la volví a llamar al instante y me rechazó la llamada. Entonces yo, le mandé un mensaje que ponía literalmente: Ya veo tu gran corazón. Y ella, me contestó al instante también con un mensaje que decía textualmente lo siguiente (me lo sé de memoria): No me toques los cojones. Sí, seré una puta desdalmada. Yo guardo mi gran corazón para la gente que se lo merece. Siento que tú no tengas la suerte. Así de claro, contundente, y vulgar, por qué no decirlo, me contestó. Y lo curioso, repito, es que no había pasado NADA, ni un mensaje, ni una llamada, NADA malo. Desde entonces, tan sólo un mensaje que la envié el otro día diciéndola: Espero que estés bien, y que todo te vaya bien. Tu padre que te quiere. Ni me contestó, ni lo esperaba, claro. Y si llega a contestarme con un mensaje cómo el otro, no sé cómo hubiera reaccionado yo.
Hay una cosa que no se me olvida, y la tengo clavada en el corazón aún. A principios o mediados del 2007, su madre y yo discutimos después de una fiesta que dió. La discusión fué muy muy gorda. Era fin de semana. Mi hija llegó sobre las siete de la mañana, y su madre la ordenó, más que la llamó, que subiera, pues el piso es un dúplex, y no me acuerdo que le preguntó. El caso es que mi hija me dijo, cómo si me comentara cualquier cosa, con toda la frialdad del mundo, que a mí, si me veía tirado en la calle, no haría nada, y así, otra serie de barbaridades, que no me acuerdo ni cuales fueron, pues la que más, y con diferencia, me caló hasta el fondo del corazón y de mi alma fué esa, aparte por supuesto, de la forma en que la dijo, su frialdad total y absoluta, y todas fueron en el mismo tono. Lo curioso es que, según me iba soltando todas esas barbaridades, el semblante de mi exmujer, se iba tornado triste, pero triste, hasta el punto que parecía en un momento que se le iban a saltar las lágrimas, no sé si por las barbaridades que me decía mi hija (quizá no se las esperaba tan gordas), o por ver cómo me estaba quedando yo deshecho, o por ambas cosas. Eso me hundió hasta límites insospechados. Mi ex me había regalado esa noche, un cuadro grande muy bonito que había quitado de su casa. Cómo estaría yo, que me fui sin el cuadro, lo dejé aposta, no por despecho hacia mi ex, pobre, sino porque no tenía ganas ni de llevármelo ni de nada. Y allí se quedó hasta ahora. Me fui hecho polvo literal. Pero bueno, eso pasó, y lo importante es lo que ocurrió desde las navidades del 2008.
Si yo tuviera, ya no el cariño que deseo suyo, pero algo, habláramos de vez en cuando, aunque sea sólo una vez cada quince días, le mandara y me contestara algún mensaje, yo creo, juraría, que no intentaría suicidarme otra vez, ni la primera siquiera lo hubiera intentado, pues su cariño, podría con ese sentimiento. Pero no tengo ni eso. Sólo tengo total indiferencia y pasotismo total por su parte.
Hace tiempo, deseaba pero no me atrevía a escribir esto que escribo ahora, pero tan mal me encuentro, que ya me da igual casi cómo reaccione si lo lee, cómo si decide no hablarme más en su vida, que además es lo que parece que ha decidido. Nunca he sido un cobarde, y no lo pienso ser ahora. Si lee esto, cómo digo, y se sube por las nubes, allá ella, que reflexione si quiere, y si no, que siga cómo siga, o sea, igual. Hay personas que no pueden bajar de las estrellas, pues se creen una de ellas. Eso les pasa a ella, y a su madre, y eso que a su madre la quiero, y siempre la querré, a pesar de todo lo pasado, no puedo evitarlo. Y si piensa que la he puesto verde ahora, está muy pero muy equivocada. Sólo vuelco mis pensamientos y mi dolor que tengo desde hace mucho tiempo, porque no puedo más, nada más. Aunque conociéndola, quizá se creerá que esto es mentira, y ya buscará algo malo en el por qué lo hago. Y no hay NADA malo, lo juro por mi padre que está muerto. Si tuviera, repito, por que es la verdad, cómo he dicho, no todo, si no solo parte de su cariño, sería el hombre más feliz del mundo, y sólo por ella, creo que ni suicidio ni leches. Ya saldría yo adelante cómo fuera y pudiera.
En fin, por fin ya lo he dicho. Y lo dicho, que piense lo que quiera, allá ella y su conciencia.
La verdad es que me he quedado muy a gusto, cómo si me hubiera quitado un peso de encima, al poder atreverme a volcar, y desahogarme de mis pensamientos y de mi dolor, que es mucho. ¡Ah! Y muy importante, siento en el corazón si se sienten heridas, o creen que les hecho daño, tanto a mi exmujer, cómo a mi hija Alejandra, nada más lejos de mi intención de que se sientan así, y piensen mal, pero que comprendan que ya no puedo más, que reviento, que llevo ¡¡¡once!!! años midiendo mis palabras, ver que digo y que no, cómo lo digo y cómo no, y ya es demasiado. Todo para no aumentar ya, sino sólo para mantener el cariño de mi hija Alejandra, y ya veo el resultado. Eso es todo. Besos para las dos.
Ya sabéis algo más de mí.
Un beso muy fuerte para todos, de vuestro amigo incondicional, Jack.
P.D. Y a partir de ahora, escribiré cómo quiera, que ya estoy harto de escribir (más bien de no escribir), sobre estos temas, "acojonao", por no perder el poco cariño que me queda de mi hija o no. Y el de su madre también, por que repito, no puedo evitarlo, la conozco desde los catorce años, y a pesar de todo lo malo que me haya hecho, lo que me haya hecho sufrir, y me hace, el gran daño, consciente o inconscientemente que me ha causado y me causa, la quiero y la querré siempre.
Hemos pasado juntos épocas fáciles, más difíciles, pero hasta el divorcio, siempre las hemos superado, eso sí, juntos, cómo he dicho. Tiene un gran corazón que no le cabe en el pecho, pero cuando se pone en plan pasota, cómo conmigo desde Diciembre del 2008 ya, se puede hablar con ella, te escucha, te ayuda si puede, pero no la llames mucho ni la contradigas, porque entonces se pone en un plan que no hay que la aguante. Igual ella no se da cuenta, o lo hace inconscientemente, pero es así. Pero cómo dije en su día respecto a otras personas, los recuerdos buenos superan a los malos, y aquí los superan por goleada. Por eso, aunque siga así, aunque la haya odiado, cómo ella a mí, siempre estará en mi corazón, y espero estar yo al menos un poco en el suyo. Ninguno de lo dos hemos sido, ni somos, rencorosos. La quiero y siempre la querré, a pesar de todo. Cómo a mi hija Alejandra también. Y que Dios las bendiga, que yo no puedo, cómo me digo siempre. Más besos para las dos.
4 comentarios:
Veo tu corazón destrozado, lleno de dolor y de cariño. Tranquilo, Jack, ya verás cómo el tiempo pasa, y todo volverá a su cauce. Gracias por tu confianza. Me alegro de que te sirva para desahogarte, y encontrarte mejor. Mil besos. max.
Ídem. Javier.
Otro ídem. Brian.
Y otro más. Alvaro.
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